viernes, 10 de diciembre de 2010

Y así, poco a poco, me dejo llevar. Dejo que mi mente camine a unas cuadras atrás de mi corazón, para no chocarse. Y poder cada uno seguir su propio camino. Siempre que uno se detiene, o el otro se apura, se encuentran. Y ahí estallo. Me contradigo, soy bipolar, indeciso, no sé que hacer. Es así, mi corazón y mi mentes caminan separados, ese es el porque a todas mis contradicciones e indecisiones. Mi corazón domina mi felicidad, mis alegrías, mis desiciones buenas, es el que logra sacar lo mejor que llevo dentro. Pero mi mente siempre tiene que estar allí para recordarme lo que debo o no hacer, y siempre termina reventando mi globo aerostático de ilusiones. Se pelean, lo sé. Es difícil manejar a un Nicolas , y mas el modelo que les toco. Defectuoso.

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